BAL HARBOUR: MUCHO MÁS QUE SHOPPING
No sólo de «hacer shopping» vive Bal Harbour. Pensar así es tener una visión reduccionista (además de demodé) y desaprovechar un sinfín de oportunidades.
No podemos obviar que es sinónimo de lujo en cuanto a experiencia de compra, pero, también, lo es a nivel hotelero, gastronómico y cultural. Conocida como la Riviera Americana es un síntesis perfecta entre naturaleza, refinamiento y actividad nocturna. Lo más parecido al edén.
Comencemos por lo conocido, Bal Harbour Shops: un sitio vanguardista al aire libre que alberga, desde 1965, marcas premium. Un desfile de más de 100 firmas de lujo como Chanel, Yves Saint Laurent, Louis Vuitton, Lanvin, Prada, Dolce & Gabanna, Cartier, Valentino, Fendi, Balenciaga, Miu Miu, Carolina Herrera y Stella McCartney, entre otros. Además, desembarcarán IRO y Aquazurra. Según Women’s Wear Daily es el complejo comercial más productivo de los Estados Unidos. Y quizás haya un por qué (o varios). Algunos productos de estas marcas son tan exclusivos que hay 2 distribuidos en todas sus tiendas, y uno de ellos se encuentra aquí. «Bal Harbour Shops es lo que el mercado desea», dice su creador Stanley Whitman.
En materia hotelera las opciones son varias y cuentan con promociones hasta fin de año. Apuntemos 4 opciones para aprovechar:
- The St. Regis Bal Harbour Resort: hospedarse 4 noches y pagar 3 es posible.
- Sea View Hotel: icónico resort clásico para quienes gustan del estilo europeo. Confort y elegancia contemporánea a precios más accesibles. Ideal para ir en familia.
- Quarzo Bal Harbour: su particularidad son sus modernas instalaciones y amplias suites con cocinas. Estilo residencial.
- The Ritz-Carlton: sólo 124 habitaciones y suites donde prima la elegancia y la vista al mar con grandes ventanales para quienes adora contemplar.
El deleite gastronómico también tiene lugar. En paralelo al shop existe todo una propuesta para un verdadero tour por los principales restaurantes y bares. El abanico es amplio, desde la lujosa comida japonesa hasta la clásica pizza. Algunos imprescindibles: Carpaccio (y toda la cocina italiana), Makoto (y la comida japonesa), Café Zodiac, J & G Grill (para cócteles emblemáticos) y Savarin, entre otros. Para todos los gustos.
La movida a nivel cultural crece de forma permanente. Una de las iniciativas es Bal Harbour Art Nights donde confluyen moda y arte: charlas de salón, obras de teatro, instalaciones. Una visita impostergable es tienda Books & Books con cantidades infinitas de libros, lecturas grupales, presentaciones de autores y el café librería – ideal para los amantes de la lectura-. Otra opción es Bal Harbour Village y su programa con charlas sobre arte y tour guiados por colecciones privadas que suman al acceso gratuito a 13 de los principales museos a quienes se hospedan en uno de los cuatro hoteles mencionados. Un apartado merecen las actividades pensadas para los más pequeños: Bal Harbour Beach Camp, y el Museo de los niños de Miami (con clases dedicadas al reciclado, jardinería y conexiones culturales)
Bal Harbour es sinónimo de exclusividad y de calidad. Un destino sofisticado pensado para vacaciones de a dos o en familia. ¿Por qué no?
¡Gracias Carmen Florio – Directora de DLXREP – y Carolina Linares por la invitación!
¡Precioso lunes!
¡Muchos besos!