BIANCA JAGGER
Me parecía ideal retomar – luego de unas vacaciones- con una fabulosa. De esas mujeres que sin ser perfectas (entendiendo perfección como cánones imposibles de belleza) se vuelven inolvidables. Algo así como el encanto de la imperfección. O Bianca Jagger.
Quién sabe si posamos nuestra mirada en ella por su romance con uno de los rockeros más guapos, Mick Jagger (no podemos negar los suspiros que arrancaba de joven), originando un combo de estilos como pocos. De lo que sí estamos seguros es de que su estilo deja a más de uno boquiabierto (me incluyo). Dicen que las mejores mujeres (y hombres porqué no) son aquellas que dejan huella. Y Bianca supo dejarla, al menos, en clave de lecciones indumentarias.

¿Quién dijo que nuestra feminidad se ve opacada luciendo un traje de dos piezas?
De esas mujeres que exudan sensualidad aún con un jeans y una remera básica. Está claro, la seducción dista mucho de ser sinónimo de voluptuosidad.

Cuerpo natural. Belleza natural.
Oda a la sensualidad. Sí a los escotes que insinúan.
Otra piel. La sumó como estola o como tapado corto.
- El círculo se cierra perfecto con sus brazaletes gemelos.
A capa ¿y espada? Entendió desde un principio la versatilidad de esta prenda y la sumó en diferentes texturas a sus looks diurnos y nocturnos.
Todo está en los detalles. Y con ellos Bianca supo hacer su sello distintivo y su filosofía. Sombreros, capelinas y turbantes como aliados indiscutibles.
Somos enamorados confesos del outifit que eligió para casarse, en Saint-Tropez, con Mick: falda, blazer y capelina de ala ancha con velo.
No se gasten. Ya inventó todo Bianca Jagger. ; )
¡Precioso lunes!
¡Muchos besos!